Hoy
voy a preparar una receta muy simple. Lo digo muchas veces, pero esta si que es
de las de toda la vida, de esas recetas tradicionales que pasan de madres a
hij@s, al menos en mi región. Porque os diré que se trata de patatas con
congrio seco y no se si en todas zonas se hará.
El
congrio seco no es muy fácil de encontrar, pero en Aragón fue en su día comida
de subsistencia, sobre todo en alguna zona. No se si conoceréis Calatayud y sus alrededores, yo soy de esta
zona, y es o mejor dicho era, una zona rica en esparteras, con las que se
confeccionaban las maromas o cuerdas que los marineros vascos utilizaban.
Estos
trabajos servían de trueque, cambiaban maromas por pescado, obviamente, el
pescado para que soportasen aquellos viajes tan largos tenía que ser seco.
Por eso
el congrio seco es en esta zona de Aragón donde más se consume. Por aquellos
años un plato de patatas con congrio seco, era un plato de subsistencia. Sin embargo
ahora el congrio seco lleva un precio!! Cuesta unos 30 o 40€ el kilo y ha pasado a ser
casi un recuerdo y es bocado de esos que llaman "gourmet".
INGREDIENTES:
- Congrio seco
- Patatas
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Colorante alimentario (opcional)
PREPARACION:
- Poner en una sopera un trozo de congrio seco. Con un trozo pequeño es suficiente. Lo podéis dejar a remojo la noche anterior, así suelta más su sabor.
- Pelar y cortar las patatas a trozos, mejor que hagan clic, te saldrán más ricas, ya que soltaran su almidón y engordara más la salsa.
- Partir y freír en un poco aceite de oliva unos dientes de ajo.
- Incorporar a la sopera las patatas y el aceite con los ajos fritos, podéis poner colorante alimentario si queréis que os queden amarillas.
- Cubrir con agua y poner sal, tener cuidado pues el congrio ya es salado.
- Poner a fuego fuerte hasta que empiecen a hervir, después reducir el fuego hasta que estén cocidas. Si se hacen despacio salen mas ricas, pero al final, cuando ya esten hechas, poner fuego fuerte unos minutos y apagar.
¿Veis que sencilla?