lunes, 22 de diciembre de 2025

Cómo preparar unas ricas bolitas de coco y chocolate

 


Si hay un dulce que nunca falla en casa durante las fiestas, esas son las bolitas de coco y chocolate. Son pequeñas, irresistibles y tienen ese sabor que nos lleva directamente a la Navidad, a las reuniones en familia y a las sobremesas entre risas. 

 

Lo mejor de esta receta es que no necesitas ser ningún experto en repostería para prepararlas. Con muy pocos ingredientes y un ratito en la cocina, tendrás un postre perfecto para regalar, compartir o simplemente disfrutar cuando te apetezca algo dulce.

 

 


 

Hoy quiero contarte cómo preparo yo estas bolitas de coco y chocolate, una receta sencilla, rápida y con un resultado espectacular. Es una de esas elaboraciones que te sacan de un apuro cuando tienes visita o quieres preparar un detalle casero sin complicarte demasiado. Además, es ideal para hacer con niños, porque les encanta mezclar, formar bolitas y, sobre todo, probar alguna “accidentalmente” antes de tiempo.

 

Para preparar estas bolitas necesitarás ingredientes básicos que solemos tener por casa. La combinación es increíble, porque el coco le da una textura suave y aromática, mientras que el chocolate aporta ese toque crujiente al enfriarse que convierte cada bocado en un pequeño placer.

 

Ingredientes

 

- 100g de coco rallado

- 120-130g de leche condensada

- 120g de chocolate negro de cobertura

- 2 cucharaditas de mantequilla

 

Preparación

 

Empieza mezclando el coco rallado con la leche condensada en un bol amplio. Remueve bien hasta obtener una masa homogénea. Verás que al principio puede parecer muy pegajosa, pero si la dejas reposar unos 10 o 15 minutos, el coco absorberá parte de la humedad y será mucho más fácil trabajarla.

 

Una vez lista, coge pequeñas porciones con la ayuda de una cucharilla y forma las bolitas con las manos. Intenta que sean más o menos del mismo tamaño para que todas queden bonitas al presentarlas.

 

Mientras tanto, derrite el chocolate junto con la mantequilla. Puedes hacerlo en el microondas a intervalos cortos, o al baño maría si prefieres un proceso más suave. Cuando el chocolate esté completamente fundido, pincha cada bolita con un palillo, sumérgela en el chocolate y colócala sobre un plato forrado con papel vegetal para que no se pegue. Antes de que el chocolate se enfríe, espolvorea un poquito más de coco rallado por encima.

 

Solo queda meterlas en la nevera hasta que el chocolate endurezca. Y listo: unas bolitas de coco y chocolate caseras que están para repetir.

 

Son perfectas para acompañar un café calentito, llevar a una reunión familiar o colocar en una cajita mona y regalarlas. Estoy segura de que encantarán a todos.

 

 

 

jueves, 18 de diciembre de 2025

Cómo hacer polvorones caseros de naranja

 

 

Desde ya, estos polvorones de naranja se han convertido en mis dulces favoritos. Quedan buenísimos, suaves y con ese rico sabor y aroma a naranja que tanto nos gusta en casa. Lo mejor es que no tienen ninguna complicación y el resultado es espectacular, de esos que pruebas uno y ya estás pensando en repetir.

 

Son unos polvorones perfectos para estas Navidades o para cuando tú quieras, ideales para disfrutar con amigos y familia alrededor de la mesa o para preparar con cariño y regalar. Además, hechos en casa siempre saben mejor y podemos controlar los ingredientes.

 

 


 

Ingredientes

 

  • 380 g de harina común de trigo

  • 125 g de mantequilla a temperatura ambiente

  • 125 g de manteca a temperatura ambiente

  • 1 huevo M

  • La ralladura de 1 naranja

  • El zumo de 1/2 naranja

  • 1/2 cucharadita de canela

  • 1 cucharadita de levadura en polvo

  • Una pizca de sal

  • 250 g de azúcar

 

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Elaboración

 

Lo primero que tenemos que hacer es tostar la harina. Para ello, la extendemos bien repartida en una bandeja de horno y la llevamos al horno precalentado a 180 ºC durante unos 20 minutos. Es importante moverla un par de veces para que se tueste de forma uniforme y vigilarla bien para que no se queme.

 

Una vez tostada, sacamos la harina del horno y la dejamos enfriar completamente. Cuando esté fría, la tamizamos y le añadimos la mantequilla y la manteca en pomada, es decir, bien blanditas. Mezclamos primero con una cuchara y después con las manos hasta que todo esté bien integrado.

 

Hacemos un hueco en el centro y añadimos el resto de ingredientes: la ralladura de naranja, la canela, la sal, el huevo previamente batido, el azúcar y el zumo de naranja. Con ayuda de una cuchara mezclamos todo hasta obtener una masa homogénea.

 

Si la masa resulta demasiado blanda, podéis añadir un poco más de harina, pero sin exceso. Debe quedar una masa muy blanda y ligeramente pegajosa. Pasamos la masa a la mesa ligeramente enharinada y solo la compactamos, sin amasar.

 

Aplastamos la masa ya compacta, la estiramos con las manos y formamos un rectángulo. La tapamos y la llevamos al frigorífico hasta que esté bien fría, unas 4 horas.

 

Pasado este tiempo, solo queda dar forma a los polvorones, hornearlos y, una vez fríos, guardarlos en una lata o táper hermético. También podéis envolverlos individualmente con papel de polvorón para que queden preciosos.

 

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lunes, 15 de diciembre de 2025

Cómo eliminar los malos olores del alcantarillado en casa de forma sencilla

 

Seguro que más de una vez has notado un olor extraño que sube del fregadero, la bañera o incluso del inodoro. Es algo muy común en los hogares y suele deberse a restos acumulados en las tuberías o a que el agua del sifón se ha evaporado. La buena noticia es que no siempre hace falta llamar a un fontanero ni utilizar productos agresivos para solucionarlo.

Hoy quiero contarte mi experiencia con las pastillas desodorantes Halldeli, especialmente pensadas para eliminar los malos olores del alcantarillado. Son fáciles de usar, efectivas y, sobre todo, seguras para toda la familia. Y sí… como mantenimiento van muy bien.

 

 


 

Los malos olores suelen deberse a pequeñas acumulaciones de suciedad que se quedan en las tuberías con el uso diario. Restos de comida, jabón, cabello… y, sin darnos cuenta, ese olor desagradable empieza a subir. A mí me pasaba, sobre todo, en la cocina, y era muy molesto porque daba sensación de poca limpieza incluso cuando todo estaba ordenado.

 

Estas pastillas me han sorprendido por lo prácticas que son. No hay que complicarse: simplemente colocas la pastilla en el fregadero, la bañera, inodoro... viertes un poco de agua caliente (unos 60 grados) y la dejas actuar durante unos minutos. En el inodoro, se introduce directamente y se tira de la cadena cuando se derrite.

 

Lo que más me gusta es que funcionan con un efecto efervescente que penetra profundamente en las tuberías, desprendiendo los restos acumulados y neutralizando los olores. En pocos minutos, la cocina o el baño huele mucho más fresco, y eso se nota un montón en el ambiente de la casa.


Otro punto fuerte es que están hechas con ingredientes naturales y no contienen sustancias irritantes. Para quienes tenemos niños o mascotas, esto es un detalle muy importante. No desprenden perfumes artificiales, lo cual hace que el aire quede limpio y fresco sin ese olor químico que dejan otros productos.

 

Además, cada pastilla viene en un envoltorio individual, lo que evita que se deterioren con la humedad y facilita muchísimo su almacenamiento. Un solo paquete da para casi un año de uso, así que es práctico y económico.

 

 



 

Mi experiencia personal

 

Después de probarlas durante varias semanas, puedo decir que me han ayudado a mantener a raya esos olores ocasionales que tan poco me gustan. Las uso como mantenimiento cada cierto tiempo y noto la diferencia. No son milagrosas cuando hay suciedad muy incrustada, pero para el día a día funcionan genial.

 

Me gusta porque no tengo que estar pendiente de mezclar productos ni preocuparme por el tipo de tubería, solo seguir las indicaciones y listo. Y lo mejor: el aire se queda fresco y limpio en poco tiempo.

 

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jueves, 11 de diciembre de 2025

Cómo guardar los ajos para tenerlos siempre listos en tu cocina

 


Cuando cocinamos en casa, hay ciertos ingredientes que casi siempre están presentes… y el ajo es uno de ellos. Forma parte de la base de muchísimas recetas, desde un buen sofrito hasta una carne al horno o unas verduras salteadas. Pero picarlo cada vez puede ser un poco engorroso, y más si lo usamos varias veces a la semana. Hoy quiero contarte algunas formas sencillas y prácticas de guardar los ajos para tenerlos siempre a mano, sin ensuciar tablas y sin perder tiempo.

 

La idea es preparar una buena cantidad de ajos de una sola vez y conservarlos para ir tirando de ellos cuando lo necesites. Verás que es comodísimo.

 

 


 

1. Ajos pelados en un frasco de cristal

 

Una de las maneras más fáciles es pelar todos los ajos y guardarlos tal cual en un frasco de cristal dentro del frigorífico. Es rápido y práctico, y te ahorras tener que pelarlos cada vez que cocinas. Suelen aguantar bien, siempre que los mantengas secos y bien cerrados.

 

2. Ajo picado y congelado en porciones

 

Si quieres tener el ajo aún más listo, puedes picar una buena cantidad de una sola vez. Puedes usar un cuchillo, una picadora o un robot de cocina, lo que te resulte más cómodo. Cuando tengas todo bien picado, repártelo en una cubitera de hielo y congélalo.

Tendrás pequeñas porciones perfectas para añadir a cualquier plato. Solo sacas un cubito, lo echas a la sartén o a la olla y listo. Es una forma ideal para quienes cocinan a diario y buscan ahorrar tiempo.

 

3. Ajo picado cubierto de aceite

 

Esta es una de mis opciones favoritas. Pica los ajos muy finitos y guárdalos en un frasco de cristal cubiertos completamente de aceite. Cuando vayas a cocinar, solo tienes que añadir una cucharadita a la sartén y ya tienes el sabor del ajo sin esfuerzo.

Además, el aceite queda aromatizado y también lo puedes aprovechar para aliños o tostadas. Se conserva perfectamente más de un mes, así que es una solución estupenda.

 

4. Pasta de ajo casera

 

Otra alternativa es triturar los ajos aún más, hasta obtener una pasta. La guardas igual, en un frasco y cubierta de aceite. Esta versión es perfecta para recetas en las que quieras que el ajo se integre del todo, sin trocitos. Es suave de usar y muy práctica para salsas, guisos y marinados.

 

De todas estas opciones, la que más utilizo en casa es la de los ajos picados en trocitos pequeños y cubiertos de aceite. Me resulta comodísima y la verdad es que se conserva durante bastante tiempo, más de un mes, sin problemas.

 

Sea cual sea tu forma favorita, tener el ajo preparado te ahorra tiempo y hace que cocinar sea más fácil. Si te animas a probar alguna de estas opciones, ya verás qué diferencia.

 

🛒 Y si lo prefieres seco o en escamas, o necesitas un buen mortero o molinillo para triturarlo, puedes encontrarlo fácilmente haciendo clic 👉 aquí