Magdalenas caseras de arándanos

 

Las magdalenas de arándanos son una opción deliciosa y llena de energía para empezar el día o disfrutar de un tentempié en cualquier momento.

 

En esta receta que vamos a preparar hoy combinamos la jugosidad de los arándanos con la suavidad de la masa de las magdalenas, creando un bocado irresistible que estoy segura cautivará tu paladar.

 

Son la combinación perfecta de dulzura y acidez. Ideales para acompañar tu café de la mañana o para sorprender a tus invitados con un postre delicioso.

 

Anímate a prepararlas y disfruta de este festín de sabor y color en cada bocado.

 

 

 

 

 

 

Ingredientes

 

•     200 gr de arándanos
•     2 huevos
•     60 gr de mantequilla sin sal
•     150 gr de azúcar
•     250 gr de harina de trigo
•     8 gr de levadura química
•     1 cucharadita de extracto de vainilla
•     2/3 de vaso de leche
•     Un poco de azúcar para espolvorear

 

 

Preparación

 

 

Precalienta el horno a 180°C y coloca los moldes para magdalenas en la bandeja.

 

En un bol, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y de color claro.

 

En un bol aparte, derrite la mantequilla y agrégala a la mezcla de huevos y azúcar. Mezcla bien.

 

Incorpora la harina tamizada y la levadura química a la mezcla, alternando con la leche. Continúa mezclando hasta obtener una masa homogénea.

 

Agrega el extracto de vainilla y los arándanos a la masa y mezcla para distribuir estos uniformemente.

 

Vierte la masa en los moldes para magdalenas, llenándolos hasta aproximadamente 2/3 de su capacidad.

 

Hornea en el horno precalentado durante 20-25 minutos, o hasta que las magdalenas estén doradas y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

 

Retira las magdalenas del horno y deja enfriar en los moldes durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente.

 

Espolvorea un poco de azúcar sobre las magdalenas enfriadas para darles un toque final.

 

 

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Cómo Hacer Leche Condensada en Casa de Manera Fácil

 

 

¡Hola a todos! 

 

Hoy quiero compartir con todos vosotros una receta que seguramente os va a  encantará por lo sencilla y útil que es: la leche condensada casera.

 

Este delicioso ingrediente es esencial en muchas recetas dulces como bizcochos, tartas y, por supuesto, para darle un toque especial a nuestro café. La mejor parte es que solo necesitas dos ingredientes que seguro ya tienes en casa: leche y azúcar.

 

Así que, ¡manos a la obra!

 

 

 

 

 

Ingredientes

 

✨ 370 ml de leche entera (puedes usar la leche de tu elección)

✨ 100 g de azúcar blanco

 

 

Instrucciones

 

Preparación Inicial: En una cacerola, vierte la leche y el azúcar. Mezcla bien hasta que el azúcar se disuelva.

 

Cocción: Lleva la cacerola a fuego medio y espera a que la mezcla empiece a hervir. Una vez que hierva, baja el fuego a medio-bajo y deja que se cocine a fuego lento.

 

Paciencia: Cocina la mezcla durante aproximadamente 30-40 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue o se queme. La mezcla debe reducirse y espesar. Sabes que está lista cuando tome una consistencia cremosa y un color ligeramente dorado.

 

Enfriar y Almacenar: Una vez que la leche condensada tenga la consistencia deseada, retírala del fuego y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Luego, pásala a un frasco limpio y guárdala en el refrigerador. Puedes conservarla entre 4 y 5 días sin que se estropee, gracias al azúcar que actúa como conservante.

 

Consejos Útiles

 

Variedades de Leche: Si decides usar una leche diferente a la entera, el resultado puede variar un poco en color y sabor, pero funcionará igual de bien.

Remover Constantemente: Es crucial remover la mezcla cada pocos minutos para evitar que se queme en el fondo de la cacerola.

Usos: Utiliza tu leche condensada casera en cualquier receta que lo requiera o simplemente añádela a tu café para una delicia cremosa.

 

👀 Hacer leche condensada en casa es una excelente manera de tener siempre a mano este ingrediente tan versátil. Además, te permite evitar conservantes y aditivos que suelen estar presentes en las versiones comerciales.

 

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El Esmalte de Uñas que Mejor te Queda

 

Cuando se trata de uñas, no hay nada como un buen esmalte para realzar nuestra belleza y darle un toque especial a nuestras manos. A veces, con tantas opciones de colores y acabados, puede ser difícil decidir cuál es el tono que mejor nos queda. Pero no te preocupes, hoy quiero compartir contigo algunos consejos sencillos que te ayudarán a elegir el esmalte perfecto según tu tono de piel.

 

 

 

 

 

Tonos Naturales: Una Apuesta Segura

 

Los tonos naturales son una excelente opción para todas. Colores como el beige, el rosa suave o los nudes son perfectos para cualquier ocasión y, lo mejor de todo, ¡favorecen a todos los tonos de piel! Si buscas algo elegante y discreto, sin duda estos colores son la mejor elección. Además, son ideales para el día a día y combinan con cualquier estilo.

 

Colores Oscuros: Sofisticación para Pieles Claras

 

Si tienes la piel clara, los tonos oscuros pueden convertirse en tus mejores aliados. Colores como el burdeos, el negro o el azul marino crean un contraste maravilloso con la piel blanca, añadiendo un toque de sofisticación y elegancia. Estos tonos son perfectos para ocasiones especiales o cuando simplemente quieres que tus uñas se roben todas las miradas.

 

Tonos Llamativos: ¡Luce Radiante en Pieles Morenas!

 

Para las pieles morenas, los colores llamativos son una opción fantástica. Colores vibrantes como el fucsia, el coral o el naranja destacan increíblemente bien en pieles más oscuras, realzando su calidez natural. Si te gusta que tus uñas tengan un toque de color alegre y lleno de vida, estos tonos serán tus favoritos.

 

La Importancia de una Buena Manicura

 

Independientemente del color que elijas, una buena manicura siempre hace la diferencia. Unas uñas bien cuidadas y con el esmalte adecuado pueden restar años a tus manos, haciéndolas lucir frescas y juveniles. No olvides hidratar tus cutículas y asegurarte de que tus uñas estén siempre limpias y bien limadas. Y si no eres fan del color, un poquito de brillo o un esmalte transparente siempre te quedará genial.

 

¡Recuerda que unas uñas bien cuidadas dicen mucho de ti!

 

Si estás lista para encontrar el esmalte que mejor te queda, no dudes en explorar las opciones que he seleccionado para ti. Puedes comprar tu próximo esmalte  👉 AQUÍ  

 

Arroz de marisco o marinero

 

 

Hoy vamos a preparar un rico arroz de marisco o marinero, porque nos ha quedado claro que paella de marisco no es correcto llamar a esta receta.

 

La verdad es que la llamemos como la llamemos, es un plato con el que el triunfo está asegurado.

 

Además gusta igual a grandes que pequeños y durante todo el año, da igual que nos asemos de calor o que caigan chuzos.

 

Se prepara en menos de media hora y podemos dejar el sofrito preparado y hacerlo en el último momento.

 

Para su elaboración podemos elegir mariscos congelados o frescos, por supuesto que sí lo preparamos con frescos estará mucho más rico.

 

 

 

 

 

Ingredientes para 4 personas

 

•     Mejillones 150 g
•     Chipirones o calamares 1500 g
•     Langostinos o gambas 150 g
•     Almejas 150 g 
  
•     1 rodaja de congrio 
•     6 u 8 cangrejos
  
•     1 cebolla mediana
•     2 diente de ajo
•     Pimiento rojo y verde
•     2 cucharadas de tomate frito
•     Colorante alimentario o unas hebras de azafrán
•     Arroz bomba (4 tacitas de las de café)
•     Caldo de pescado (10 tacitas de las de café)
•     Aceite de oliva, perejil y sal

   

Preparación

 

Ponemos un poco de aceite en una cazuela baja o paellera y cuando este caliente incorporamos el marisco para sofreírlo un poco y lo reservamos.

 

Limpiamos y picamos la cebolla, ajo y pimiento, ponemos un poco de sal y sofreímos en la misma paellera donde hemos sofrito el marisco, si nos hace falta un poco más de aceite lo añadimos.

 

Incorporamos al sofrito el tomate frito y el perejil así como el colorante o azafrán. Damos unas vueltas y añadimos el arroz para que se sofría ligeramente, unos 2 minutos serán suficientes.

 

Añadimos el caldo caliente, el caldo siempre caliente, y ponemos a fuego fuerte hasta que empiece a hervir.

 

Una vez veamos que el caldo ha roto a hervir, bajamos el fuego, rectificamos de sal si es necesario y dejamos cocinar hasta que no quede caldo.

 

Apagamos el fuego, dejamos reposar tapado durante 5 o 10 minutos y servimos.

 

 

Notas

 

No te olvides de sofreír ligeramente el arroz antes de hacerlo, sale mucho más rico.

 

Tampoco te olvides de poner el caldo siempre caliente.

 

Y para terminar te proporciono los enlaces para, si te hacen falta y lo deseas, comprar una serie de productos para su elaboración.

 

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AQUÍ azafrán en hebras. 

 

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